Nos pasamos el día con China en la boca. Hoy me he parado a pensar en los chistes fáciles que puedo hacer para acompañar la noticia de que me voy, de por sí tan pintoresca e inusual que la gente se lo toma en broma: "Ah, que el mes que viene no puedes quedar porque te vas a China...". Apesta a excusa mala y colonia barata.
Las expresiones de base podrían ser las siguientes:
- Me ha tocado la china
- Engañar como un chino (no me queda claro si los chinos son los engañados o los que engañan)
- Eso es un trabajo de chinos (minucioso; piensa en un puzzle de 500 000 piezas y te haces una idea aproximada)
- Trabajar como un chino (trabajar mucho; aquí también existe la versión 2.1., "trabajar como un negro")
- No me cuentes cuentos chinos (la frase más oída en las terapias de pareja de medio mundo)
- Fumarse una china (si es una metonimia, no la entiendo, como la de llamar "chino" a un colador)
La conclusión es que los chinos están muy metidos en nuestro vocabulario y en nuestra casa (ponte a contar los objetos "made in China" y te asustas) casi sin darnos cuenta. Freud, muy probablemente, habría deducido que padecemos graves problemas de próstata. Eso se sabe aquí y en la China.
On parle de conneries, en español
1 Comment:
-
- Anónimo said...
18/9/08, 11:14Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Entrada más reciente Entrada antigua Inicio