¿Sabéis lo que es el timo de la estampita? Consiste en que vas a la agencia de viajes desde la que salen todos los tour a la Gran Muralla, te compras un pack Tumba del Emperador Ming + Badalin:
2. hora y media para deambular por una macrotienda de jade en medio de la nada que "casualmente" quedaba de camino. Que no hombre, que no es porque los del tour se lleven comisión por las ventas.
3. y para rematar, te anuncian al llegar a Badalin que solo tienes UNA HORA para explorar un trocito masificado de la muralla...
Para ahorrarnos el tiempo de la subida, nos dieron un ticket para un trenecillo que solo a un chino se le puede ocurrir plantar a los pies de una de las maravillas del mundo antiguo.
Todavía sacamos fuerzas para coger el metro y visitar la zona de los JJ.OO. y el famoso "nido". Recomendación: no vale la pena pagar los 80RMB de entrada para ver el interior, porque no tiene nada de particular más que las 4 mascotas hinchables en tamaño gigante y un cutre-espectáculo de luces láser de colores... Muy mal, pifa.

Para cerrar tan intensa jornada, cena en Makya Ame (fuimos en taxi), restaurante tibetano. ¡¡Todo delicioso!! Me declaro fan de la carne de yak.
On parle Bêijing, en español, gastronomie, turisteo
1 de enero de 2009. ¿Algo mejor que empezar a recorrer los clásicos pekineses de buena mañana?
Parque Beihai. 北海公园 (/beihai gongyuan/). Un lago congelado puede dar mucho juego.


On parle en español, gastronomie, turisteo
Continuamos el viaje navideño en compañía de mis cuñados. La siguiente parada y donde estrenamos el año 2009 es la grandiosa Pekín.


Pero llegamos. El restaurante es caro de narices, pero valió la pena y lo pasamos muy bien (cuidado si eres alérgico a los gatos porque tienen uno que gusta de restregarse contra las medias de 60den).

¡FELIZ 2009 DESDE PEKÍN CON AMOR! 新年快乐! /xin nián kuài le/
[Todas las fotos salvo la primera son de Alex Conrad]
On parle en español, la vie à la chinoise, turisteo
Si me preguntan, diré que me supo a plástico, a decorado en 2D, a precios descarados y tan gratificante como masticar All-Bran. También cabe la posibilidad de que me atontara el tren Maglev a 436km/h a primera hora de la mañana, que el chirimiri no cesara en toda la tarde a orillas del Bund e hiciera mella en nuestros huesos y nuestra paciencia.

La dosis justa de chovinismo y cruasanes calentitos materializada en un único establecimiento. Dios bendiga las franquicias.
Entre los vestigios chinos que resisten están los jardines Yuyuán y alrededores (uno no puede perderse el puesto junto al puente en zigzag que vende gorriones fritos) y el mercado de aves e insectos. Con éstos últimos se dice que hacen peleas y apuestas por el bicho ganador (más económico que los galgos o los caballos...). En las inmediaciones también hay un mercadillo de antigüedades; me enamoré de una gramola, pero dudo que la hubieran aceptado como equipaje de mano.
Como curiosidad, el ice bar en el que hacía menos frío que en la calle, y que encontramos por casualidad volviendo al hostal, a la orilla del río y con chupitos a precio de oro (70 RMB)

Nosotros nos alojamos en el Bee Hostel, Pudong 浦东, en cuyo bar sonaba en bucle el CD con los grandes éxitos de Bob Marley. I shot the Sheriff en el desayuno, en la merienda y en la cena... no ganamos para tiros.
No muy lejos, en el mismo frenético barrio, el edificio “abrebotellas” y “el Pirulí falso” se erigen rodeados de grúas, entre otras las que erigirán la torre de la Expo 2010, que se prevé que sea la más alta del mundo hasta que las grúas vecinas se piquen y fabriquen otro monstruo.
Cuando uno se sube al Observatorio en la 88.ª planta de la torre Jinmao 金茂大厦 imagina lo que siente el astronauta al divisar una pelota azul suspendida a lo lejos. Con la nariz pegada al frío cristal quedé hipnotizada por la vista y me sentí muy, muy hormiguita. Diminutas lucecillas hasta donde abarcaba la vista, en todas direcciones, como una maqueta del LA de Blade Runner. Peliculera a fin de cuentas.

[Merci Alex pour les photos nocturnes]
Comienza la aventura navideña con mis cuñados galos. ¡Han traído bombones y vino y QUESO DE VERDAD, síiiiiiiii!
La visita en Xi'an se puede resumir en: ruta gastronómica por Xi'an (noodle place, musulmán de East Gate y jiaozi de South Gate), degustación de té y centro comercial de tecnología SAGA, donde Alex se compró la Nikkon D90 con el 18-85mm tras arduas e interminables negociaciones de Jackie, nuestro coleguita chino que por supuesto no se llama Jackie sino Chaojie Wu (me encantan los nombres ingleses que se ponen a ellos mismos).
La muralla de Xi'an, de 14km, rodea el centro de la ciudad y puede ser recorrida a pie, en bicicleta o en rickshaw.
Si estás buscando un hostal, es una zona apropiada, centrica y tranquila; no hay expatriado que se resista a los encantos de Park Qin, un clásico (¡en esta ciudad no se encuentra cerveza de grifo tan alegremente!). El Museo Beilin (o "bosque de estelas de piedra"), que también está en los alrededores, mejor dejarlo para expertos fanáticos de la escritura china sobre monolitos de dos metros. De lo contrario, mejor un tiro en la sien.
El epítome del paseo es la siguiente foto: entre el caos, el eterno griterío y el desorden, una ventana a un reducto de paz confuciano... (y en la esquina inferior derecha, yo.)
On parle de Xi'an, on a good hair day, turisteo
Devoramos a la hora del desayuno las provisiones de galletas Oreo y ChipsAhoy y pusimos rumbo al la base comunista de Yán'an (bus n.º 3) que fue Cuartel General Revolucionario del partido entre 1938 y 1947, destino final de la Larga Marcha.
Pero si algo me impactó en 延安, por monumental y original, fue sin duda Qingliángshan, un "parque" en una colina árida coronada por (cómo no) un templo. Un niño de 11 años se ofreció a guiarnos por el lugar y, malpensados de nosotros, estábamos convencidos de que al acabar nos pediría algo de dinero. Vale, nos equivocamos, y sin apenas darle las gracias pusimos pies en polvorosa de vuelta a la urbe.
Por lo demás, Yan'an es una ciudad fea con avaricia donde los cachorrillos se venden a precio de saldo y una peluquería es una silla y unas tijeras en medio de la vía pública:
Hay gente que se amontona a tu paso, unos con gran sonrisa y alborozo, otros con expresión de extrañeza y pavor, pero al final son quienes aderezan y hacen que la visita a esta ciudad casi irreal valga la pena.¿Dónde más voy a encontrar yo un ciego que me adivine el futuro analizando el canto de su jilguero?
On parle la vie à la chinoise, Shaanxi, turisteo